En promedio, anualmente se están produciendo 48 películas en nuestro país. Así mismo, comienzan a destacarse una variedad amplia de creadores con miradas únicas que cuentan historias para diferentes públicos. Además, aunque aún falta un largo camino, ha habido un avance sustancial a nivel de crecimiento técnico y comienza a gestarse una consciencia de la importancia de la especialización. Mejor dicho, el caldo de cultivo para una industria cinematográfica exitosa.

¿Entonces qué pasa que no suben los índices de audiencia del cine nacional? ¿Por qué vemos tan pocas de las películas que se producen en nuestro país en cartelera? La exhibición, ese eslabón perdido en la cadena, se vuelve un asunto preponderante. En esta entrada del #BlogCAM hablaremos sobre este tema con Andrés Murillo. Nueve años tras la dirección del área de cine del Colombo Americano, uno de los centros culturales más importantes de la ciudad, son su principal carta de presentación. También es director de la revista Kinetoscopio, otro espacio donde se habla sobre cine.

 

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Conocer nuestro público

“Sobretodo, me he dedicado a entender cómo funcionan las salas alternas, cómo es la dinámica en Colombia, la legislación que nos regula, y la industria del cine una vez la película está lista, que eso realmente se enseña poco en las universidades, y es más el hacer lo que te da la fundamentación”, cuenta Andrés. “Es una participación detrás de bambalinas, desde otra perspectiva que no es la realización o la producción, sino desde otro pilar fundamental que es la exhibición. Cómo convocar públicos para acceder al cine, entendiéndolo desde diferentes narrativas, distintas a la de Hollywood”, complementa.

Leer nuestras audiencias y proponer nuevos puntos de encuentro se vuelve una necesidad imperiosa para el desarrollo de la naciente industria audiovisual.

Según Andrés,  “el espacio natural donde eso se debe hacer son las salas de exhibición alternas. Son las llamadas a generar algún tipo de alternativas de cambios en esa dinámica para convocar a los públicos. Por eso hace falta trabajar más fuerte en programas y dinámicas de exhibición y formación de públicos”.

 

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La formación de públicos adquiere una importancia superlativa, no solo en el crecimiento intelectual de las audiencias, sino porque es una herramienta invaluable para conocerlas y construir mejores experiencias, ajustadas a sus gustos y necesidades. “Cuando hablamos de formación de públicos no significa negar las nuevas formas de consumir cine, sino más bien entender las diferencias y cómo en la sala de la casa se tiene una experiencia frente a una película pero en la sala de cine la experiencia es otra y ahí sigue habiendo unos valores que no se reemplazan en la sala de la casa”.

 

 “La informalidad solo deconstruye la cultura”

Tener un espacio de exhibición alternativa en Colombia es un acto de valentía. Pero al mismo tiempo es una oportunidad de abrir un mercado casi inexplorado y atender las necesidades de un público que, como dice Andrés “no es masivo, no es el de las grandes filas ni crispetas, sino que busca otro contenido. Y una vez identificado eso, hay que construir redes con ese público y construir canales de comunicación que permitan que en el mediano plazo sea autosostenible”.

Para tener un proyecto que perdure en el tiempo y cause un impacto positivo en la audiencia, es clave tener en cuenta varios factores fundamentales. Andrés comenta que “es fundamental, con el público inicialmente identificado, entender cuál es la identidad del espacio y dentro de ese espacio (si es un bar, una ludoteca, un cineclub, una ludoteca, etc.) lo cinematográfico qué rol cumple. Y si es un espacio solo dedicado a la exhibición, cómo generar esa identidad para el espacio de cara al público”.

El siguiente paso es buscar la formalidad. “La informalidad solo deconstruye la cultura. En la medida en que se vuelvan formales estamos generando cultura y opciones a la ciudad”. La primera manifestación de la formalidad es ser legal. “Estar en la legalidad y pagar derechos de autor no es tan costoso como se piensa. La legalidad es muy sencilla en nuestro país y, en general, en el mundo”, comenta Andrés. El secreto es conocer bien  la información. “Si es una exhibición gratuita tiene unas condiciones, si es una exhibición con pago tiene otras. ¿Qué pasa, por ejemplo, cuando son exhibiciones con donación? Ese tipo de puntualidades legales es importante tenerlas en cuenta a la hora de formalizar un espacio”, explica.

 

La clave: alianzas y conocimiento

Así mismo, es importante saber sobre gestión cultural, cómo generar alianzas e intercambios beneficiosos para el proyecto. Desde su experiencia, Andrés comenta que  “las pocas salas alternativas que estamos en este momento en el país tenemos que hacer un trabajo en conjunto y tratar de aliarnos, buscar otro tipo de alternativas, cuando nuestro público inicial no es el que viene a ver películas de Hollywood, sino que busca otro tipo de narrativas y, a su vez, tratar de construir nuevos públicos para ese otro tipo de cine. Establecer redes o contactos entre los diferentes espacios y sus públicos es la clave para que todos crezcan y se dinamicen”.

El Centro de Altos Estudios Audiovisuales reconoce la necesidad de fortalecer las dinámicas de exhibición en nuestro sector. Por esta razón realizará el curso “Exhibición Alternativa: para nuevos espacios de encuentro”, con el docente Andrés Murillo.

 

Los invitamos a conocer el contenido del curso e inscribirse haciendo clic acá: https://bit.ly/2JrZcPs

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