Por: Gabriel Jaime Pérez

 

En los últimos años, hemos visto nacer y desarrollarse aceleradamente múltiples e impensables iniciativas provenientes de muchos campos, que han cambiado el panorama de las interacciones sociales y económicas de la sociedad. Pero, seguramente, podremos atribuir varias de esas transformaciones a la llamada “revolución digital”.

El surgimiento de las redes sociales nos permite interactuar con el mundo de manera inmediata; el llamado Big Data (que llegó como consecuencia de estas interacciones digitales) lo aprovechamos como información instantánea y relevante para tomar decisiones sociales, políticas y económicas; el concepto de la nube, aquel espacio ilimitado donde podemos almacenar toda esta información sin mayores problemas de costos o mantenimiento y la movilidad que nos brindan los dispositivos móviles.

Todo esto posibilitó el surgimiento de un modelo que está rompiendo paradigmas: la economía colaborativa, un motor articulador y dinamizador de la economía y la sociedad. En su libro “La empresa colaborativa”, Manuel Alonso Coto y Adrián Miranda Falces describen este concepto como “(…) un modelo de relaciones y conjunto de iniciativas basadas en redes horizontales con la participación de una comunidad y que tiene efectos en todos los ámbitos de la sociedad». Con toda certeza, la mayoría de ustedes conocen sus exponentes principales: Uber, Airbnb, Bitcoin, Wikipedia, los espacios de coworking, las licencias Creative Commons, entre otros. Si analizamos la viabilidad de estas iniciativas, encontramos un concepto en el centro de todo, que unifica y sustenta la génesis de la economía colaborativa: la comunidad.

En el Centro Audiovisual Medellín – CAM, siempre creímos que generar comunidad era un camino más interesante para contribuir a transformar el sector audiovisual en una industria sostenible. y es así como este año, adoptamos el término que define lo que realmente siempre hemos sido: un coworking. Un espacio de trabajo colaborativo, para desarrollar iniciativas productivas, generando una comunidad.

«Cuando uno quiere ir rápido va solo, cuando quiere ir lejos va acompañado», fue la síntesis que emergió de la conversación con un colega en el marco del Bogotá Audiovisual Market – BAM, y que ilustra perfectamente nuestro enfoque, lo que nos une con la economía colaborativa y lo que consideramos será la clave para construir conjuntamente las posibilidades de vivir dignamente del oficio audiovisual y tecnológico que tanto nos apasiona.

Esta es la primera entrada del blog oficial del Centro Audiovisual Medellín que, quincenalmente, contará la actualidad de nuestro coworking y sus integrantes. Además de invitarlos a seguirnos, la propuesta principal es que aprovechen este medio como altoparlante de sus proyectos y sigamos generando noticias alrededor de nuestro ecosistema.

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